Instrucciones para acariciar a un gato


Antes de nada debemos asegurarnos de que el animal no muerde y/o está profundamente dormido para que no se asuste y nos deje la mano hecha un colador.

Después de esta primera comprobación deberemos poner los cuatro dedos juntos sobre el cráneo y suavemente ladear la mano mientras dibujamos una trayectoria descendente hasta el rabo del animal.

Repetiremos este movimiento las veces que sea necesario siempre que el gato nos lo permita. Si sacude el rabo violentamente PARA y aléjate lentamente. Por el contrario, si vemos que está receptivo podemos rascar con las yemas de los dedos la base de las orejas y con un movimiento de muñeca seguir rascando la base del cuello hasta el mentón.

Si el gato se sintiera en plena confianza y se girara para mostrarnos la panza.- En este caso se requiere algo más de experiencia y es un paso que no siempre está libre de peligro ya que nuestra mano se encontraría equidistante tanto de las cuatro zarpas como de la afilada dentadura.- Pero si nos sintiéramos con ánimo, podemos acariciar la panza de la bestia. Siempre de arriba hacia abajo. Nunca a contrapelo o podríamos precipitar el fatal desenlace con bufido asegurado.

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